El arzobispo de Minsk-Mogilev, Bielorrusia, Tadeusz Kondrusiewicz, pidió aclaraciones sobre los desaparecidos y solicitó que los sacerdotes puedan visitar a los prisioneros al ministro del Interior, Jurij Karaev, durante la reunión que mantuvo el 21 de agosto pasado. El prelado planteó las perspectivas de pacificación en el conflicto entre el presidente Alexander Lukasenko y la oposición, después que el mandatario fue confirmado en el cargo -que ocupa desde 1994-, luego de las recientes elecciones.
Kondrusiewicz indicó al ministro Karaev sobre la insostenibilidad de las acciones de represión violenta, llevadas adelante por la milicia local, al denunciar la presencia de provocadores no menos violentas en varias manifestaciones. Frente a esa situación, propuso la formación de una comisión mixta, que verifique las condiciones de arresto y detención de las personas. Según el canal televisivo estatal ONT, las partes alcanzaron un acuerdo en mérito a tal comisión. Asimismo, el ministro prometió ocuparse de la cuestión planteada por el arzobispo de Bielorrusia para que los sacerdotes puedan visitar a los prisioneros. El arzobispo de Bielorrusia se refirió principalmente sobre la protección «de los más débiles y de las personas sin defensa» y consideró que en esta difícil situación él entiende «ser el vocero de aquellos que son privados de la posibilidad de hacer sentir su propia voz».
Tras las listas de desaparecidos publicadas por varios órganos de prensa, el ministro afirmó que «no hay ninguno de éstos» y que permanecen arrestadas sólo 40 personas identificadas. «Nosotros no estamos hechos para juzgar, sino para llamar la atención a todos aquellos que cometen crímenes a la conversión y a todos los otros al perdón y a la misericordia», sostuvo Kondrusiewicz. El presidente Aleksandr Lukashenko realizó fuertes declaraciones contra las iglesias durante el encuentro de Grodno, el 22 de agosto pasado. «Me sorprendo de las posiciones de sus confesiones religiosas. Queridos sacerdotes míos, modérense y ocúpense de sus asuntos. A las iglesias se debe ir solamente a rezar: las iglesias católicas y ortodoxas no están hechas para la política. No vayan con la correa de quien fomenta la división. Muchos de ustedes se deberían avergonzar de las posiciones asumidas durante estos días y el Estado no se quedará mirando con indiferencia», enfatizó Lukashenko. Actualmente, los sacerdotes y diversos ministros ortodoxos guían protestas pacíficas de manifestantes que piden «honestas elecciones».
