Judíos ultra profanan recientemente un cementerio cristiano que pertenece a la Iglesia anglicana, donde dejaron tumbas abiertas y lápidas rotas, en el Monte Sión. La policía de Israel detuvo el viernes 6 de enero a 2 jóvenes acusados de destrozar el histórico cementerio de Jerusalén. El hecho es el último de una serie de ataques de intimidación, algunos de los cuales fueron firmados con ‘price tag’ —el precio a pagar—, atribuibles a colonos o extremistas judíos. Ya atacaron varios objetivos, como la iglesia que está cerca del cenáculo, la basílica de Nazaret o edificios católicos y ortodoxos griegos.
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La policía israelí no identificó a los sospechosos de destrozar más de 2 docenas de tumbas cristianas del histórico cementerio, pero precisó que tenían 18 y 14 años y residían en el centro de Israel. La autoridades recibieron una denuncia de vandalismo, acompañada de imágenes que muestran lápidas tiradas y partes de mampostería dañadas. En el vídeo de la cámara de seguridad grabado el domingo 1 de enero a las 15.25 —que se publicó en las redes sociales— se pueden ver a 2 hombres, ataviados con kipás y tzitzit —los flecos anudados que suelen vestir los judíos—, derribaron cruces, rompieron lápidas y arrojaron escombros sobre las tumbas.
El cementerio fue inaugurado en 1848 y actualmente es propiedad de la Church Missionary Trust Association, una organización anglicana. Los dirigentes cristianos de Tierra Santa alertan desde hace tiempo sobre los judíos ultra que amenazan la supervivencia misma de las comunidades, tal como ocurrió en el último ataque en el profanan el cementerio cristiano. En diciembre de 2021, los patriarcas y jefes de las Iglesias de Jerusalén emitieron una nota conjunta en la que denunciaron sobre el peligro que representan los grupos de judíos ultra, que tienen como objetivo es «reducir la presencia cristiana».
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