Michele Clark, una académica que estudió en profundidad el fenómeno, especialmente en Egipto, indicó que «los ataques contra las mujeres cristianas van en aumento, y sí tienen que ver con la religión», al explicar que estos ataques forman parte de una tendencia de mayor envergadura, en el que las mujeres que suelen ser el blanco cuando se discrimina a minorías cristianas. Clark es una de las expertas que colaboró con la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada en el informe titulado ‘Escucha su grito: secuestros, conversiones forzadas y violencia sexual contra mujeres y niñas cristianas’.
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Suscríbase al boletín de VenL«Los ataques contra las mujeres cristianas van en aumento, y sí tienen que ver con la religión. Hay indicios de que estos ataques se planifican cuidadosamente y que son sistemáticos. Ahora se están haciendo públicos más casos, pero también hay una elevada cifra de casos que aún permanecen ocultos», afirmó. En una anterior entrevista con la fundación pontificia, la profesora Clark habló de los efectos de esta violencia selectiva. «No solo desgarran a las familias. La violencia contra las mujeres cristianas es un arma en la guerra de desgaste contra las minorías religiosas. Cuando una mujer cristiana es forzada a convertirse o a casarse con un musulmán, es imposible que vuelva a su fe cristiana, incluso si logra liberarse o es anulado el matrimonio», aseguró, al explicar que «además, si la mujer tiene hijos, éstos serán musulmanes para siempre».
Ratificó que un grupo cada vez más afectado, que documentaron, son «las madres con hijos, pues así no se arranca a una sola persona de la comunidad cristiana, sino a una madre y con ella a su prole», lamentó la académica. «Si creer en Jesucristo presenta una seria amenaza en muchas partes del mundo, ser mujer cristiana es aún más difícil. En muchos países donde existe persecución religiosa, la violencia contra las mujeres se utiliza con frecuencia como arma para la discriminación. El año que ahora termina vio una vez más un número elevado de casos de mujeres y niñas cristianas secuestradas y obligadas a convertirse y casarse con hombres de otras religiones», denunció Thomas Heine-Geldern, presidente ejecutivo de la fundación pontificia. Ayuda a la Iglesia Necesitada, además de en Pakistán, apoya proyectos en todo el mundo que ayudan a dignificar y proteger a las mujeres. Uno de las iniciativas asiste a mujeres abusadas por islamistas, como Boko Haram, en Nigeria.
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