El obispo de Canarias y presidente de la Subcomisión Episcopal Familia y Defensa de la Vida, José Mazuelos, indicó que «lo peor que nos puede pasar es olvidar que la vida es un don de Dios», el jueves 8 de septiembre, en la homilía de la Misa con motivo de la festividad de la Virgen del Pino, patrona de Gran Canaria y de la jurisdicción eclesiástica. El prelado, que se licenció en medicina antes de ser sacerdote, criticó la nueva ley del aborto en España que permite a las menores de edad abortar sin el permiso paterno.
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«Cuánta hipocresía pedir una autorización para ir de excursión en los colegios y no para poder abortar sin los padres», aseveró Mazuelos. Repudió la «falsedad» de «pedir receta médica para comprar ‘algidol’ o antibióticos y dar unos choques hormonales a niñas sin control, fomentando la irresponsabilidad y sin hablar de las consecuencias psicológicas y biológicas que ello puede originar». «Veremos a alguna niña morir por la noche en su casa con una complicación del aborto por unas hemorragias porque no se atreverá a decirle a su padre que ha ido sin su consentimiento a abortar», denunció, al reiterar que «la vida es la gracia más grande que podemos recibir». «Y lo peor que nos puede pasar es olvidar que la vida es un don de Dios», precisó el obispo de Canarias.
Consideró que «cuando se olvida que la vida es un regalo de Dios, ya no hay a quién serle fiel». «La ausencia de fidelidad permite solo acuerdos pasajeros entre soledades sin proximidad. Por eso, una sociedad sin Dios, es una sociedad de personas solitarias, egoístas y agresivas donde los débiles sobran», enfatizó. Explicó que ser madre es «un don y no una desgracia como quiere hacernos ver la cultura de la muerte donde ya no se escucha bendito el fruto de tu seno, sino rechaza el fruto de tu seno: aborta». El prelado exhortó a que la maternidad sea «parte esencial de todo programa de promoción de la mujer». «A la hora del trabajo no se le deben poner trabas por su maternidad, sino favorecerla. La sociedad o el estado debe ayudar económicamente a aquellas mujeres que quieran dedicarse sólo a ejercer su maternidad y no obligar a la mujer a tener que trabajar para poder tirar adelante con su casa en un mundo cada vez más materialista», solicitó.
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