EL EGOÍSMO ES UN RESABIO DEL PECADO ORIGINAL.

Por Rubén Revello.

El egoísta busca siempre el interés personal

San Mateo escribe para la comunidad que originalmente eran judíos que se habían convertido al cristianismo y que se creían con más derechos que los que venían del mundo pagano. Entonces decían: «Nosotros somos judíos de la primera hora, ¿por qué nosotros no tenemos privilegios respecto de estos paganos que se suman a último momento?». Por eso aparece esta hermosa pintura de los jornaleros. Fíjense que hay una intencionalidad. La intención consiste en que él podría haber pagado primero a los que llegaron primero, se van y listo, no hay conflicto, pero elige el dueño de la viña pagarles primero a los últimos, con lo cual les da la posibilidad de la queja a los que habían estado trabajando desde el principio.

Jesús, a medida que llegaban los jornaleros podría haberles pagado, ellos se iban y nadie le podía reprochar nada. El dueño de la viña enfrenta el conflicto. Les paga primero a los últimos y los demás dicen: «Si estos trabajaron tan poquito y recibieron, a nosotros que trabajamos más nos darán más». Hay como una especie de deseo de sacar provecho, de obtener algún tipo de ganancia particular, de ejercer una primacía respecto de los demás, porque yo hace más tiempo que estoy, o porque yo soy cura, o porque soy directivo, o porque estoy más tiempo en el movimiento de cursillos. Esto sirve para todos. 

El don de la generosidad de Dios

Todos creemos que tenemos derechos adquiridos por nuestra historia y nos olvidamos de un elemento básico que quiere destacar la parábola, que es la gratuidad de Dios. Dios invita a todos porque Dios tiene de sobra. Dios le da a todo el mundo para que a nadie le falte. Yo estoy seguro que los jornaleros de la primera hora, fueron a primera hora porque necesitaban trabajar y cuando van a trabajar y les ofrecen un denario estaba muy bien pago. A la mañana lo deben haber recibido con mucha alegría: «gracias Dios mío que hoy conseguí trabajo y un trabajo también pago».

Se dan cuenta de la gratuidad al principio, pero a medida que va transcurriendo el tiempo se sienten con derechos que no tienen. Tiene razón lo que dice el dueño de la viña: «si yo le quiero pagar lo mismo a uno que a otro, ¿te lo saqué a vos? ¿no te había prometido esto? ¿por qué crees que vos mereces más que el otro?». Es que el ser humano late el egoísmo como un resabio del pecado original.

EL EGOÍSMO ES UN RESABIO DEL PECADO ORIGINAL.

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