Hombres armados asesinan al menos a 3 católicos y secuestran unos 40, en el ataque durante la Misa matutina en la iglesia católica de San Moisés, Robuh, Ungwan Aku, en el área de gobierno local de Kajuru, en el estado de Kaduna, el domingo 19 de junio. El comando, tal como indicó ‘Fides’, disparó al azar contra los fieles que participaban de la celebración eucarística. Además de las víctimas fatales otras personas sufrieron heridas de diversa gravedad y fueron trasladadas al hospital.
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Fuentes oficiales precisaron que el comando llegó en moto y asaltó varios pueblos, al empezar por Ungwan Fada. En el pueblo de Rubuh, atacó a los fieles de la iglesia bautista de Maranatha y de la iglesia católica de San Moisés. El pueblo de Rubuh ya había sido atacado el 5 de enero pasado y el 27 de abril de 2020. Por esta razón, los fieles de la iglesia católica como los de la iglesia metodista decidieron celebrar sus servicios religiosos dominicales a las 7 de la mañana para que los participantes pudieran regresar pronto a casa. Los agresores intervinieron después de las 7 y atacaron durante los 2 servicios religiosos. Los familiares de los secuestrados esperan que se solicite un rescate.
Cristiani ancora sotto attacco in #Nigeria! 3 morti, 2 feriti e circa 40 rapiti a seguito di assalti armati verificatisi ieri ai danni della chiesa cattolica di St. Moses e di quella battista di Maranatha a Rubu, Stato di #Kaduna. L’indignazione non basta: ACS invoca sicurezza! pic.twitter.com/lietPzXje6
— ACS-Italia (@acs_italia) June 20, 2022
La sede italiana de la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada aseveró que «no basta la indignación», tras exigir «seguridad» para los cristianos perseguidos, después que hombres armados asesinan a 3 católicos y secuestran otros 40. «¡Los cristianos siguen bajo ataque en Nigeria!», enfatizó, en un tuit. El nuevo ataque contra los cristianos en Nigeria ocurrió 2 semanas después de la masacre de Pentecostés perpetrada por hombres armados que asesinaron a decenas de católicos en la iglesia de San Francisco Javier en Owo, en Ondo, el 5 de junio pasado.
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