El cardenal y predicador de la Casa Pontificia, Raniero Cantalamessa, reitera la necesidad de invocar al Espíritu Santo para obtener guía y valentía, en su segunda reflexión de Adviento titulada ‘Cuando llegó la plenitud de los tiempos, Dios envió a su Hijo’, que se realizó en el Aula Pablo VI, frente al Papa Francisco, personal del Vaticano y miembros de la Curia, el viernes 10 de diciembre.
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Suscríbase al boletín de VenLEl purpurado pide en las reuniones dar tiempo al Espíritu Santo, al proponer que en la medida en que lo permitan las circunstancias «uno debe permanecer expuesto al Espíritu Santo por un tiempo, darle tiempo para manifestarse». Reflexiona si «al menos en las asambleas plenarias de cada circunscripción, local o universal, no es posible designar un animador espiritual que organice tiempos de oración y escucha de la Palabra, al margen de los encuentros», al recordar que «el espíritu de profecía se manifiesta preferentemente en un contexto de oración comunitaria». Enfatiza la importancia de orar para recibir parresía —valentía—.
Recomienda un «tesoro» de la Iglesia latina, como lo es el himno Veni Creator Spiritus. El cardenal Cantalamessa, que reitera la necesidad de invocar al Espíritu Santo, precisa que desde su redacción en el siglo IX este himno «resonó incesantemente en el cristianismo, como una epíclesis prolongada sobre toda la creación y la Iglesia». Explica que el himno Veni Creator Spiritus recoge «toda la fe, la devoción y el deseo ardiente del Espíritu de las generaciones que la cantaron antes que nosotros». Considera que ahora, cuando lo canta incluso «por el más modesto coro de los fieles, Dios la escucha así, con esta inmensa» orquestación «que es la comunión de los santos».
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