El cardenal y obispo de Les Cayes, Haití, Chibly Langlois, precisó que «la pobreza es galopante y esta catástrofe no hace más que aumentar el drama», durante la reunión del martes 21 de septiembre que fue organizada por Caritas Internationalis de manera telemática sobre el trabajo de Caritas y la Iglesia con la población haitiana, tras pasar más de un mes del terremoto del 14 de agosto pasado. La Iglesia en Haití y Caritas siguen necesitando ayuda inmediata y van a requerir apoyo a largo plazo. El terremoto de 7,2 grados de magnitud dejó 2.246 fallecidos , más de 12.000 heridos y 329 desaparecidos.
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Suscríbase al boletín de VenLEl purpurado precisó que «golpeados por la violencia de las bandas y sufriendo la pobreza durante mucho tiempo, las víctimas buscan a la Iglesia y depositan su confianza en ella», al sostener que en una región donde las instituciones estatales y las grandes ONG están ausentes, la Iglesia católica es a menudo la única esperanza para la población. «La Iglesia también está en primera línea como víctima», indicó Langlois, cuyo obispado que tiene a cargo no pudo resistir los temblores. «Víctima ya que sacerdotes y religiosas murieron el 14 de agosto bajo los escombros y también víctima porque los miembros del clero están sometidos a la violencia de las bandas que no dudan en atacarlos», denunció.
«Hago un llamamiento a todas las Caritas e Iglesias hermanas y a los hombres y mujeres de buena voluntad para que nos ayuden a salir de esta situación catastrófica que estamos viviendo. La pobreza es galopante y esta catástrofe no hace más que aumentar el drama», afirmó el cardenal de Haití. El sacerdote y director nacional de Caritas Haití, Jean-Hervé François, explicó que «el balance no es alentador» tampoco desde el aspecto material, puesto que hay 3.470 casas dañadas, 3.815 destruidas, 171 escuelas devastadas y 150 iglesias, capillas o estructuras eclesiásticas derrumbadas, incluido el obispado de Les Cayes. Caritas Haití definió que las prioridades por el momento son reconstruir a los haitianos traumatizados por estas catástrofes, dar un techo a las familias de la Zona Sur, garantizar la escolarización de los niños y ayudar a las familias rurales a poder cubrir sus propias necesidades con infraestructuras agrícolas.
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