Comunidad católica asiste a las familias que se encuentran en dificultades, en medio de un nuevo confinamiento por la pandemia en Vietnam. El gobierno vietnamita estableció nuevas restricciones, que incluyen el cierre de la mayoría de los comercios, desde el 9 de julio pasado, en Ho Chi Minh City, la ciudad más poblada del país y epicentro de una nueva ola del COVID-19, frente a la denominada variante ‘Delta’. El domingo 11 de julio se registraron 2.008 nuevos casos en todo el país, lo cual dio por terminada a una semana en la que los contagios registrados diariamente no eran más de 1.500.
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Suscríbase al boletín de VenL Caritas se moviliza para brindar asistencia a las familias que atraviesan serios problemas a causa de las nuevas restricciones. Algunos benefactores de la entidad donaron toneladas de arroz, huevos, frutas y verduras que se redistribuyeron entre las familias más pobres y en los centros donde hay personas aisladas por el virus. Además, donaron 500 kilos de arroz a los 14 condados más pobres de la arquidiócesis de Ho Chi Minh, a través del programa ‘Spreading love’. Otras familias recibieron vales de comida para utilizar en la cocina de las parroquias.
Los voluntarios llevan alimentos y material médico a las personas con discapacidad o ancianas que no pueden salir de sus hogares. Algunos miembros de Caritas local precisaron que respetan las normas de distanciamiento durante sus actividades, en las que la comunidad católica asiste a las familias necesitadas. «La epidemia se está extendiendo rápidamente. Los contactos entre quienes dan y reciben ayudas son difíciles e implican un riesgo. Aun así, estamos dispuestos a ayudar a quienes atraviesan dificultades, y para evitar el contagio acatamos las normas de distanciamiento que marcan las autoridades vietnamitas», explicaron.
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