El cardenal y presidente de la Federación de Conferencias Episcopales de Asia (FABC), Charles Maung Bo, ratificó que su «angustia por el ataque a civiles inocentes que buscaban refugio en la iglesia del Sagrado Corazón en Kayanthayar, Loikaw, en la noche del 23 de mayo de 2021». El martes 25 de mayo, el purpurado denunció —sin nombrar a los militares— que murieron 4 fieles y 8 personas quedaron heridas en el ataque del ejército contra el templo católico.
Colabore con Verdad en Libertad
«Los actos violentos, como los continuos bombardeos con armamento pesado contra un grupo aterrorizado formado en su mayoría por mujeres y niños, provocaron la trágica muerte de 4 personas y más de 8 heridos. La iglesia sufrió numerosos daños, lo que demuestra la intensidad del bombardeo sobre un lugar de oración. El ataque fue a medianoche e hizo que la gente indefensa huyera a la selva. El mundo aún no sabe qué ha sido de ellos. Sus necesidades urgentes son conseguir alimentos, medicinas, elementos de higiene, pero no hay forma de llegar a donde están. Entre ellos hay muchos niños y ancianos, que se ven obligados a pasar hambre y no cuentan con atención médica. Se trata de una gran tragedia humanitaria», aseveró el también presidente de la Conferencia Episcopal de Birmania.
Indicó que quiere que «todo el mundo sepa que hay protocolos internacionales que defienden los lugares de culto y oración, en tanto propiedad cultural de una comunidad». «Durante los conflictos, las iglesias, los hospitales y las escuelas están protegidos por la Convención de La Haya. Más allá de los protocolos, queremos recordar que la sangre derramada no es la del enemigo; los que murieron y los heridos son ciudadanos de este país. No estaban armados; estaban dentro de la iglesia para proteger a sus familias. Todos los corazones de esta nación están de luto por la muerte de personas inocentes. En la actualidad, cientos de personas están muriendo y miles se convierten en refugiados y desplazados. Más de 20.000 personas han sido desplazadas en el reciente conflicto de Loikaw», repudió el cardenal Bo, quien ratificó su «angustia por el ataque a civiles inocentes que buscaban refugio en la iglesia del Sagrado Corazón». Según fuentes de Asia News, el ataque —cuyo blanco eran los civiles que se habían refugiado en la iglesia— pretendía vengar la muerte de 20 soldados a manos del ejército karenni, un grupo étnico armado.
Puede interesarle: Ejército de Birmania realiza bombardeo que alcanza iglesia católica.