Obispos de Filipinas manifestaron su rechazo a las medidas que limitan las actividades religiosas, que fueron impuestas de los funcionarios de salud, tal como ocurrió con desde el arzobispado de Manila, quienes consideraron hace unos días que «no debemos seguir estas pautas impuestas que violan separación entre Iglesia y Estado».
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El obispo Broderick Pabillo, administrador apostólico del arzobispado de Manila, sostuvo en su carta pastoral que se prestará mayor atención a los límites en el número de personas permitidas en una iglesia. «No debemos seguir estas pautas impuestas sin consulta, y que, de alguna manera, violan el principio de separación entre Iglesia y Estado», enfatizó. Posteriormente, Pabillo indicó que se realizarán misas, pero la mayoría de las iglesias optaron por transmitir la celebración frente a las cámaras. «Las celebraciones del Domingo de Ramos serán principalmente en línea», sostuvo Pabillo, según precisó ‘Phil Star’ anteriormente.
El obispo de Kalookan, Pablo Virgilio David, al igual que el obispo Pabillo, criticó la prohibición del gobierno, al cuestionar que los gimnasios estarán abiertos y aún pueden funcionar. «A pesar de nuestra adherencia al protocolo estricto, usted cierra nuestras iglesias durante la época más santa del año y permite el 70% de capacidad en los gimnasios y el 50% en los establecimientos para servicios de cuidado personal, incluidos los spas. Ten piedad de vuestras almas», indicó el prelado en Facebook.
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