Francisco pidió rezar «por los ancianos, especialmente por quienes están aislados o en los asilos de ancianos» y que tienen miedo de morir solos durante la pandemia del COVID-19, en el comienzo de la Misa que celebró en la Casa Santa Marta, el miércoles 15 de abril.
«Ellos tienen miedo, miedo de morir solos. Sienten esta pandemia como algo agresivo para ellos», lamentó el Papa, al recordar que «ellos son nuestras raíces, nuestra historia». «Ellos nos dieron la fe, la tradición, el sentido de pertenencia a una Patria. Recemos por ellos para que el Señor esté cerca de ellos en este momento», imploró el papa Francisco sobre los ancianos. El obispo de Roma, en su homilía, reiteró que «Dios es salvador porque es fiel a su promesa».
Aseguró que «la fidelidad de Dios es fiesta, es fiesta gratuita, es fiesta para todos nosotros». «La fidelidad de Dios es una fidelidad paciente: tiene paciencia con su pueblo, lo escucha, lo guía, le explica lentamente y calienta su corazón, como lo hizo con estos dos discípulos que se alejaban de Jerusalén: conforta sus corazones para que vuelvan a casa. La fidelidad de Dios, es lo que no sabemos: qué pasó en ese diálogo, pero es el Dios generoso que buscó a Pedro, el que lo negó», sostuvo el Pontífice.