El cuerpo incorrupto de santa Teresa de Jesús, una de las figuras más destacadas de la Iglesia Universal por su legado espiritual y ejemplo de vida de una santa que vivió la mayor parte del siglo XVI español, tiene grandes secretos. Ávila celebró el martes 15 de octubre a su patrona, cuyo cuerpo está enterrado en la localidad salmantina de Alba de Tormes, aunque recibió 3 entierros desde su fallecimiento en 1582: el primero un día después de su muerte en el mismo municipio donde hoy continúan sus restos; 9 meses después, la tumba se abrió debido a que parte de ella había cedido, y se descubrió que el cuerpo de Teresa de Jesús permanecía incorrupto. El padre Jerónimo Gracián le cortó la mano izquierda y la llevó a las madres carmelitas del convento de San José de Ávila, pero se guardó el dedo meñique para él.
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La Orden de los Carmelitas Descalzos decidió en 1585 trasladar el cuerpo incorrupto de santa Teresa a Ávila. Los restos fueron exhumados el 25 de noviembre, aunque un brazo se mantuvo en Alba de Tormes. El cuerpo de santa Teresa permaneció en la capital abulense hasta que los duques de Alba, molestos con la decisión de los carmelitas, utilizaron su influencia para lograr que el Papa Sixto V aprobara un nuevo y definitivo traslado de los restos de Teresa de Jesús a Alba de Tormes. Recientemente se realizó un estudio radiológico de los restos de santa Teresa, realizado por los expertos José Antonio Ruiz de Alegría y Fernando de Pablo. Ahora los carmelitas autorizaron la exhumación del cuerpo de la santa para proceder a su estudio. Ruiz de Alegría y Fernando de Pablo indicaron en una entrevista en ‘El Debate’ que lo más llamativo del cuerpo de la santa abulense es la curvatura que presentaba su columna.
«Tenía que caminar con la cabeza completamente hacia adelante. ¿Se imagina el dolor que debía tener esa mujer? La verdad es que impresiona. Con el tema de diagnóstico, he visto muchas escoliosis y cosas así, pero lo que vi en ella era una cosa tremenda», indicaron. El cuerpo incorrupto de Teresa de Jesús se encuentra en la capilla de la Anunciación en Alba de Tormes protegido por 9 llaves para evitar el robo de las reliquias. El sepulcro de Santa Teresa no puede abrirse hasta que todas las llaves se reúnan, algo que los 2 radiólogos confirmaron. «Cuando nosotros llegamos, el féretro ya estaba sacado. Estaba metido en un sarcófago y hacían falta diez llaves para abrirlo. Nos contaron que, además, las llaves las tenían desde la casa de Alba a la Casa Real y el Vaticano. Tuvieron que traer todas esas llaves», precisó Fernando de Pablo.
El cuerpo incorrupto de Santa Teresa es objeto de veneración, y es por eso que se extrajeron partes de su anatomía para ser veneradas como reliquias en distintos puntos del mundo. En Alba de Tormes se conserva la mayor parte de su cuerpo, incluyendo el brazo izquierdo y el corazón, los cuales están expuestos en el museo. En el convento de Santa María della Scala de Roma se encuentra el pie derecho y la mandíbula, mientras que en San Pancracio, también en la capital italiana. se conservan algunos fragmentos de cráneo y unos dientes. En Portugal está su mano izquierda, más concretamente en Lisboa. Mano que fue cortada un año después de su muerte, en 1583, por el Padre Gracián, quien se apropió del dedo meñique de la santa abulense, pero el resto se la entregó a las monjas de San José. En la actualidad, la mano izquierda de Santa Teresa está custodiada por las carmelitas descalzas de Lisboa. Las carmelitas de Madrid, así como las carmelitas de Malagón y Valladolid, veneran un pedacito de carne con forma de corazón, junto a parte del escapulario.
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