SANTA PRISCA.
Por Juan María Gallardo.
Fiesta: 18 de enero.
En la Iglesia de Cristo han florecido siempre ejemplos sorprendentes. Hombres sin instrucción que confundían a sus jueces. Personas débiles que sacaban fuerzas de flaqueza y soportaban los tormentos sonriendo y cantando. Niños y niñas que afrontaban el martirio con una valentía y decisión que dejaban desconcertados y perplejos a sus enemigos.
Síganos en el canal de WhatsApp
Colabore con Verdad en Libertad
Es el caso de Santa Prisca, virgen y mártir. Claudio que era ahora el emperador había conseguido brillantes victorias contra sus enemigos. Su vuelta a Roma fue ruidosa y triunfal. Pero una espina se le atragantaba y ensombrecía sus victorias. Los cristianos disfrutaban últimamente de paz, con lo que se habían multiplicado y empezaban a tener bastante in fluencia. Y esto Claudio, receloso, no estaba dispuesto a soportarlo. Quiso como pagano agradecer a sus dioses las victorias obtenidas y, para congraciarse con ellos, empezó a perseguir cruelmente a los cristianos, como enemigos de sus dioses y de su imperio. Muchos mártires derramaron por Cristo su sangre en Roma, después de padecer torturas sin cuento y terribles tormentos, y fueron coronados en el paraíso.