El cristianismo en Irak renace una década después de la invasión del grupo Estado Islámico a la Llanura de Nínive, en el norte de Irak, en la que 100.000 cristianos fueron obligados a huir por negarse a renunciar a su fe. En la actualidad, en Nínive, de las 13.200 familias que había registradas en 2014, 9.000 han vuelto y en Qaraqosh, la principal ciudad cristiana de Irak, donde se calcula que antes de la invasión había unas 50.000 cristianos, regresaron unos 25.000.
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Suscríbase al boletín de VenLNizar Semaan, arzobispo siro-católico de Adiabene, en el norte de Irak, aseguró que pese a todo el sufrimiento, los cristianos perseveran en la fe. «No hay palabras para describir lo que vivimos hace diez años. El Estado Islámico intentó erradicarnos pero fracasó. La gente aquí es como los olivos. Puedes podarlos y quemarlos pero al cabo de 10 ó 20 años seguirán dando fruto. Lo han intentado todo (los terroristas), pero nosotros seguimos aquí y, como Iglesia, hacemos todo lo posible por transmitir un rayo de esperanza», afirmó.
El 6 de agosto de 2014 la invasión del Estado Islámico en la Llanura de Nínive obligó a entre 100.000 y 120.000 cristianos a huir, en su mayoría a zonas bajo control kurdo. Un total de 13.000 casas cristianas de 9 ciudades de la Llanura de Nínive, dañadas o totalmente destrozadas por los terroristas, fueron reconstruidas gracias a una gran campaña de Ayuda a la Iglesia Necesitada. A partir de ahí, la siguiente fase implicó la reconstrucción y reparación de los 363 edificios de la iglesia afectados por la guerra.
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