La Policía de China detuvo a 10 sacerdotes clandestinos de Baoding, en Hebei, desde enero pasado. 4 presbíteros desaparecieron entre el viernes 29 y sábado 30 de abril, y es por este motivo que se incrementó el temor de posibles más arrestos entre los miembros del clero. Según fuentes locales, consultadas todos pertenecen a la Iglesia católica clandestina de la ciudad situada al sur de Pekín. Los sacerdotes y fieles de la comunidad de Baoding solicitaron oraciones por ellos y buscan noticias sobre su paradero.
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Suscríbase al boletín de VenLLos familiares de los sacerdotes fueron a la Policía de su pueblo de China, que detuvo a 10 presbíteros, para pedir información o encontrar una forma de comunicarse con ellos, pero no obtuvieron resultados. Los religiosos que son detenidos son sometidos al llamado ‘guanzhi’, lo que implica una restricción de movimientos y actividades, para constreñirlos a participar en sesiones políticas y obligarlos a adherir a la Iglesia oficial, y también afiliarse y someterse al Partido Comunista Chino (PCCh). La ley china permite el ‘guanzhi’ durante un máximo de 3 años sin que se presenten cargos, pero los fieles temen que les ocurra algo a los sacerdotes, puesto que en el paso tanto presbíteros como obispos detenidos fueron hallados moribundos o muertos.
Los sacerdotes arrestados son Chen Hechao —detenido en enero pasado—, Ji Fu Hou, Maligang, Yang Guanglin, Shang Mancang —arrestado en abril—, Yang Jianwei, Zhang Chunguang, Zhang Zhenquan, Yin Shuangxi y Zhang Shouxin. La comunidad subterránea de Baoding es una de las más antiguas y numerosas de la Iglesia en China. Su obispo, Jaime Su Zhimin, lleva unos 25 años en manos de la Policía, tras realizar más de 40 años de trabajos forzados en la época de Mao Zedong. Los fieles de Baoding también imploraron que recen por él y por otro sacerdote, Liu Honggeng, que lleva 7 años en prisión. El acuerdo China-Santa Sede implicó un nuevo golpe para la comunidad subterránea, tal como sostuvo ‘Asia News’, puesto que el mismo fue utilizado por el gobierno chino y el Frente Unido como supuesta «prueba» de que la Santa Sede apoyaría la posición del PCCh sobre el control total de la Iglesia.
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