PASÁIS POR ALTO EL DERECHO Y EL AMOR DE DIOS.

Por Mario Ortega.

Lc 11, 42-46 ¡Ay de vosotros, fariseos! Pasáis por alto el derecho y el amor de Dios. Miércoles de la semana XXVIII del TO

En aquel tiempo, dijo el Señor:
–¡Ay de vosotros, fariseos, que pagáis el diezmo de la hierbabuena, de la ruda y de toda clase de legumbres, mientras pasáis por alto el derecho y el amor de Dios! Esto habría que practicar sin descuidar aquello.
¡Ay de vosotros, fariseos, que os encantan los asientos de honor en las sinagogas y las reverencias por la calle!
¡Ay de vosotros, que sois como tumbas sin señal, que la gente pisa sin saberlo!
Un jurista intervino y le dijo:
–Maestro, diciendo eso nos ofendes también a nosotros.
Jesús replicó:
–¡Ay de vosotros también, juristas, que abrumáis a la gente con cargas insoportables, mientras vosotros no las tocáis ni con un dedo!

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Pasáis por alto el derecho y el amor de Dios

1. Jesús reprocha a los fariseos y a los escribas su actitud, en lo externo muy religiosa y cumplidora de la Ley, pero en el corazón y en las relaciones con los demás, completamente mundana, soberbia y egoísta. Jesús viene a cambiar el corazón, para que la práctica religiosa externa sea realmente viva y sincera.

2. Expresa los famosos «ayes», ¡Ay de vosotros, fariseos, ay de vosotros escribas…! con los que va poniendo ejemplos de su actitud hipócrita. Pero fijémonos en la primera frase que les dice: cumplís con lo mandado, mientras pasáis por alto el derecho y el amor de Dios. Esto habría que practicar, sin descuidar aquello.

3. Esto es, por tanto, lo primero: el derecho y el amor de Dios. Es decir, ser justos y misericordiosos en nuestro obrar, haciéndolo por amor a Dios. Tal vez buscamos normalmente la perfección humana, estética, visible, en nuestras obras. Pero qué pocas veces nos acordamos del amor de Dios que recibimos y que estamos llamados a transmitir en cada una de ellas. Y ésta ha de ser, según nos enseña hoy Jesús, nuestra primera preocupación.

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