El cardenal y patriarca latino de Jerusalén, Pierbattista Pizzaballa, presidió recientemente la celebración en la que ordenan 2 nuevos sacerdotes para la Custodia de Tierra Santa, en la solemnidad de los santos Pedro y Pablo, mediante la imposición de las manos, en la iglesia de San Salvador, en Jerusalén. Fray Mark Vertido Palafox, originario de Filipinas, y fray Lorenzo Pagani, italiano, fueron ordenados sacerdotes, mediante la imposición de las manos del cardenal Pizzaballa.
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«Es una llamada que seguimos cuando estamos fascinados por la persona de Jesús. Jesús es una persona atractiva, me atrevería a decir. Esto es lo que testimonia el Evangelio, y esta es la razón principal por la que también nosotros, en un cierto momento, nos sentimos llamados a seguirlo de manera personal, de manera radical. Caminando tras sus huellas, ‘a pesar de todas nuestras debilidades’, como diría san Francisco», reflexionó Francesco Patton, custodio de Tierra Santa.
Pizzaballa afirmó que «la vocación necesita de un contexto, ciertamente». «Un contexto familiar, un contexto social, eclesial. Pero ante todo de encuentro con el Señor. Lo dejas todo porque dedicas tu vida a una persona que amas por encima de todo. Y este amor te obliga entonces a cambiar, a acoger también las debilidades, las tuyas y las de los demás. Te cambia la vida. Y también te da la fuerza para construir y reconstruir», ratificó el purpurado.
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