El obispo de Faisalabad, Indrias Rehmat, reiteró su petición de justicia más de 7 meses después de las atrocidades contra los cristianos en Jaranwala, Punjab. Indicó que los arrestados son liberados gradualmente y que nadie fue acusado en relación con la violencia, en una entrevista con ‘Ayuda a la Iglesia que Sufre’, la organización benéfica católica para los cristianos perseguidos. El 16 de agosto de 2023, más de 20 iglesias fueron incendiadas y al menos 100 hogares de cristianos fueron atacados.
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Aseguró que «más de 300 personas fueron arrestadas —tras la atrocidad—, pero es poco probable que se enfrenten a la justicia. Poco a poco, han comenzado a liberarlos». «Nadie fue acusado», aseveró el prelado, tras criticar la reparación del gobierno de 3 iglesias dañadas. «Fui a ver el trabajo del gobierno para reparar los edificios dañados, pero les dije que se detuvieran. Querían mostrar a los medios de comunicación que todo estaba bien, pero acababan de blanquear las paredes. Renovaron 3 iglesias. El Primer Ministro vino y vio esto. Aun así, podía oler el humo. No es seguro orar bajo estos techos», explicó.
«Pasaron más de 7 meses desde el ataque. Queremos justicia. Los culpables deben ser llevados ante la justicia y entonces será una lección para otros», ratificó. Rehmat enfatizó que, bajo la dirección del párroco local, el padre Khalid Mukhtar, la Iglesia había trabajaba con las víctimas que buscaban justicia tras los daños a sus propiedades y el saqueo de joyas y otros objetos preciosos. Afirmó que la Iglesia había proporcionado a las familias muebles, camas, vasos y vajilla para reemplazar los artículos perdidos durante los ataques a los hogares cristianos.
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