El obispo de Maiduguri, Oliver Dashe Doeme, denunció que en Nigeria «tenemos a pastores Fulani atacando comunidades cristianas, se asesinaron sacerdotes», en una conferencia de prensa en línea organizada por la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia que Sufre, al referirse a la situación en el país. El prelado, que vio durante años cómo Boko Haram pasaba por encima de agentes de seguridad y obligaba a la diócesis a cerrar 25 parroquias, consideró que actualmente las cosas están mejor en Maiduguri, en el noreste de Nigeria, pero no en el resto.
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Suscríbase al boletín de VenL «En gran medida, podemos decir que la parte noreste es más pacífica que otras partes del país, porque Nigeria está ahora en crisis y estamos experimentando muchas fuerzas malignas. Tenemos a los pastores Fulani atacando comunidades cristianas, a bandidos atacando comunidades y llevándose a la gente», aseveró el obispo de Nigeria. «La Iglesia no se salva. En distintas partes del norte, se asesinaron sacerdotes. Así, la crisis puede estar disminuyendo en el noreste, pero no en otras partes del norte y del sur», enfatizó . El prelado sostuvo que la culpa de la situación recae por completo en el gobierno actual, al reiterar que nunca vivieron lo que están viviendo, dado que «la gente está sufriendo, está con hambre».
Doeme aseguró que «el gobierno perdió el control de la situación, las cosas son un desastre, pero nosotros somos un pueblo de esperanza y sabemos que Dios nos va a ayudar». Además, explicó que la jurisdicción eclesiástica atiende el trauma y las heridas que los islamistas dejaron en la población. «Nos encargamos de que los niños reciban educación, desde la escuela primaria y, si es posible, hasta la universidad. Esta es la clave para vencer a Boko Haram», afirmó, tras destacar el papel de los sacerdotes en la ayuda a las poblaciones locales. «Uno de los programas que comenzó es la consejería postraumática para los sacerdotes. Nuestros sacerdotes fueron invitados a este tipo de consejería y regresaron muy contentos y agradecidos. Nuestras religiosas también asistieron y regresaron fortalecidas», afirmó.
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