El obispo auxiliar y exiliado de Managua, Silvio Báez, aseveró que los recientes ataques de la dictadura sandinista a la Iglesia en Nicaragua, «son signo de debilidad». El prelado respondió a las agresiones del 15 de abril pasado de Daniel Ortega a la Iglesia en el país y al obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez, condenado injustamente a 26 años y 4 meses de cárcel, a quien tiene recluido en la cárcel La Modelo.
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Báez precisó que Ortega no olvida al obispo Rolando Álvarez. Al reunirse con el presidente de la Agencia China de Cooperación Internacional para el Desarrollo, el mandatario mencionó al prelado encarcelado, de quien dijo que «se dedicaba a andar boicoteando y saboteando las actividades económicas y productivas en Matagalpa». Además, sostuvo que tras las protestas ciudadanas los obispos exigieron el desmonte de «todos los poderes del Estado», y que «el obispo de Matagalpa era el que asumía el liderazgo».
Monseñor @silviojbaez habla con los periodista y se refiere a Monseñor Rolando Álvarez, el mensaje al pueblo de Nicaragua y los últimos actos del regimen de Daniel y Rosario Murillo. Escuchen sus palabras completas: pic.twitter.com/dqgGrMf2eU
— Winston P. (@nicaperiodista) April 17, 2023
El prelado, tras estas declaraciones aseveró desde su exilio en la Florida, que «los nicaragüenses tenemos que aprender a interpretar el lenguaje del dictador; él habla para su gente, él habla para sus bases». «Cuando dice estas cosas, hay que interpretar que es para su gente, para que lo vean fuerte. Y en el fondo, los que le oímos debemos pensar que es signo de debilidad, signo de desesperación. Sabe que está solo dentro y fuera del país», enfatizó, tras insistir en la liberación del obispo Álvarez.
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