Francisco volvió a realizar un nuevo envío de ayuda de alimentos y medicinas a Ucrania, a la que en reiteradas ocasiones calificó de «martirizada», el miércoles 7 de agosto. Como en meses anteriores, salió de la Basílica ucraniana de Santa Sofía de Roma camiones con alimentos, ropa y medicinas.
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El Papa mandó en particular esta vez se enviarán cajas con atún, un alimento de larga duración, para la población del país del Este europeo, que desde hace más de 2 años sufrió la invasión rusa en su territorio. La Limosnería Apostólica, presidida por el cardenal Konrad Krajewski, está a cargo del envío.
Krajewski es el encargado de la distribución de la asistencia para los ucranianos, como parte de un nuevo gesto de cercanía al país. El Pontífice, que retomó las audiencias esta semana, volvió a implorar oraciones y cercanía a todos los fieles por «la atormentada» Ucrania al final de la audiencia general, en el Aula Pablo VI.
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