NO IMPIDÁIS A LOS NIÑOS ACERCARSE A MÍ.
Por Mario Ortega.
Mt 19, 13-15. No impidáis a los niños acercarse a mí. Sábado semana 19 del TO
En aquel tiempo, le presentaron unos niños a Jesús para que les impusiera las manos y orase, pero los discípulos los regañaban.
Jesús dijo:
«Dejadlos, no impidáis a los niños acercarse a mí; de los que son como ellos es el reino de los cielos».
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No impidáis a los niños acercarse a mí
- Presentan hoy a Jesús en el Evangelio a unos niños, para que les imponga las manos y los bendiga. Tierna escena que nos muestra la sencillez de la vida con Cristo, al cual se accede con tanta facilidad y libertad.
- Sin embargo, los discípulos se enfadaron y regañaron a los que se presentaron ante Jesús con los niños. ¡Tremendo contraste! ¿Qué pretendían los apóstoles? ¿Acaso una comunidad de gente selecta o importante, ellos que querían ser los primeros, como se revela en otros momentos? Se equivocaban totalmente. El Evangelio no es eso. Tendrían que aprender bien esa lección, en eso consistió su discipulado. Por eso, Jesús les responde inmediatamente: Dejadlos, no impidáis a los niños acercarse a mí; de los que son como ellos es el reino de los cielos.
- Ojo porque nosotros también podemos caer en la misma tentación en la Iglesia. Pretender los primeros puestos, acoger sólo a los aparentemente importantes, a los que cuentan… Y descuidar a los que son como los niños, que siempre acuden a las parroquias a nuestras comunidades: enfermos, ancianos, personas solas, aisladas, desubicadas, que cuentan poco para el mundo, personas con alguna tara o que son un poco pesadas… Personas que se mueven en esa sencillez, que nosotros perdemos de vista si lo que pretendemos es una iglesia sólo de gente lista, brillante e importante. Y nosotros ser como ellos… Sin embargo, Jesús nos dice hoy: de los que son como los niños, es el Reino de los cielos.