Los misioneros católicos en Etiopía continúan con la asistencia a pesar de las continuas emergencias en la región centro-norte de Oromia, Etiopía, un país con operaciones militares del gobierno, hambre y sequías. Numerosos laicos y voluntarios colaboran con los misioneros presentes en las distintas misiones. El prefecto apostólico de Robe, padre Angelo Antolini, llevaba 2 años sin ir a Italia y ahora ha vuelto para una serie de encuentros.
Síganos en Telegram
Colabore con Verdad en Libertad
Suscríbase al boletín de VenL«El mes de septiembre en Etiopía es especial porque comienza el Año Nuevo etíope, que este año es el 2015, y celebramos la Fiesta de la Santa Cruz, que también es fiesta nacional. Las escuelas vuelven a abrir y las grandes lluvias comienzan. A principios de septiembre fui a nuestra misión de Gode, en pleno desierto somalí, junto con un agrónomo etíope para recibir algunos consejos sobre el trabajo agrícola que estamos realizando en el desierto», explicó.
Indicó que de vuelta a Robe continuó con «los trabajos de finalización del hospital ‘Araara’, en Bale, destinado al cuidado y asistencia de las numerosas personas que sufren enfermedades neuropsiquiátricas tan difundidas en el país». Oromia es la región donde el padre Antolini trabaja desde hace más de 10 años, tras haber pasado los 20 anteriores en la Región de los Pueblos del Sur. Es la región más extensa y poblada del país, y varias zonas son presa de grupos armados.
Puede interesarle: Obispo de Etiopía: «Asedio al acceso a parroquias agrava sufrimiento de fieles».
