La diócesis de Onitsha precisó que los captores liberaron al padre Basil Gbuzuo, el sacerdote secuestrado el 15 de mayo pasado en la carretera de circunvalación Eke Nkpor-Obosi, en Nigeria. La jurisdicción eclesiástica indicó que el presbítero «fue abandonado por sus secuestradores el 23 de mayo, hacia medianoche, en un lugar cercano a Ufuma».
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Afirmó que Gbuzuo fue recibido por el padre Alex Ezema, párroco de la iglesia de la Santa Cruz de Ufuma, a la que el sacerdote se había dirigido una vez liberado. El arzobispo de Onitsha, Valerian Okeke, agradeció a quienes rezaron por la liberación del padre Gbuzuo y a las autoridades del estado de Anambra. El secretario de prensa del gobernador del estado de Anambra, Christian Aburime, se refirió al caso de liberación del padre Basil.
Aburime enfatizó que «el gobierno no escatimará esfuerzos para garantizar que todas las personas retenidas sean liberadas incondicionalmente sanas y salvas». «Todo el peso de la ley caerá sobre todas aquellas personas que directa o indirectamente se dediquen a orquestar actividades delictivas», ratificó. El otro sacerdote secuestrado en mayo en Nigeria, el padre Oliver Buba, de la diócesis de Yola, en el Estado de Adamawa, sigue en manos de los secuestradores.
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