Fray Francesco Patton, custodio de Tierra Santa, presidió la fiesta de santa María Magdalena, celebrada en el yacimiento arqueológico de Magdala, cerca del mar de Tiberíades, en la región de Galilea, el lunes 22 de julio. Reflexionó sobre «la segunda carta de San Pablo a los Corintios, que comienza diciendo: El amor de Cristo nos posee».
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Suscríbase al boletín de VenL«Me fue fácil captar una especie de paralelismo entre Magdalena, que antes estaba poseída por 7 espíritus malignos, por 7 demonios y en el encuentro con Jesucristo que la libera, desde ese momento será poseída sólo por el amor a Cristo», indicó, al sostener que si no es el amor el que posee el corazón del hombre son los espíritus malignos que vienen a quitarnos la libertad.
Aseguró que si uno está poseído por el amor a Cristo, resucita y comienza a vivir auténticamente de nuevo. «María Magdalena es quien tuvo, me atrevo a decir, el encuentro más significativo con Jesús entre todos los discípulos. Vemos cómo en el Evangelio surge María Magdalena como aquella que se dejó liberar completamente de todo el lastre que llevaba dentro y esto fue posible gracias al encuentro con Jesús», aseguró.
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