LA EUCARISTÍA (PRIMERA PARTE).

Por Juan María Gallardo.

El n. 47 de la Constitución Sacrosanctum Concilium recuerda que «nuestro Salvador, en la última Cena, la noche en que fue entregado, instituyó el sacrificio eucarístico de su cuerpo y su sangre para perpetuar por los siglos, hasta su vuelta, el sacrificio de la cruz y confiar así a su Esposa amada, la Iglesia, el memorial de su muerte y resurrección, sacramento de piedad, signo de unidad, vínculo de amor, banquete pascual en el que se recibe a Cristo, el alma se llena de gracia y se nos da una prenda de la gloria futura».

Presentación de La Eucaristía (Primera parte)

a) La Eucaristía, fuente y culmen de la vida eclesial

La Eucaristía
– Es «fuente y cima de toda la vida cristiana»
– recuerda el n. 11 de la constitución Lumen Gentiun.

– Es el compendio y la suma de nuestra fe.

– Los demás sacramentos,
– todos los ministerios eclesiales y
– las obras de apostolado,
– están unidos a la Eucaristía
– y a ella se ordenan.

– En la celebración eucarística
– nos unimos ya
– a la liturgia del cielo y
– anticipamos la vida eterna.

La sagrada Eucaristía contiene todo el bien espiritual de la Iglesia… a Cristo mismo.

b) El nombre de este sacramento

Eucaristía:
– Es acción de gracias a Dios.

Banquete del Señor:
– Se trata de la Cena que el Señor celebró con sus discípulos la víspera de su pasión.

Fracción del pan:
– Es un rito judío utilizado por Jesús cuando bendecía y distribuía el pan como cabeza de familia, sobre todo en la última Cena.
– En este gesto los discípulos lo reconocerán después de su resurrección, y así llamaron, los primeros cristianos, a sus asambleas eucarísticas.
– El rito significa que todos los que comen de este único pan, partido, que es Cristo, entran en comunión con él y forman un solo cuerpo en Él.

Asamblea eucarística —synaxis—:
– La Eucaristía es celebrada en la asamblea de los fieles, expresión visible de la Iglesia .

Memorial de la pasión y de la resurrección del Señor.

Santo Sacrificio:
– Que actualiza el único sacrificio de Cristo Salvador e incluye la ofrenda de la Iglesia; o también santo sacrificio de la misa, «sacrificio de alabanza», sacrificio espiritual, sacrificio puro y santo, puesto que completa y supera todos los sacrificios de la Antigua Alianza.

Santa y divina Liturgia:
– Toda la liturgia de la Iglesia encuentra en este sacramento su centro y su expresión más densa.
– Se la llama también celebración de los santos misterios.
– Se habla también del Santísimo Sacramento porque es el Sacramento de los Sacramentos.
– Con este nombre se designan las especies eucarísticas guardadas en el sagrario.

Comunión:
– Por este sacramento nos unimos a Cristo.
– Es el sentido primero de la comunión de los santos.

Santa Misa:
– La liturgia termina con el envío de los fieles —missio— a cumplir la voluntad de Dios en su vida cotidiana.

c) La Eucaristía en la economía de la salvación

Los signos del pan y del vino

El Señor tomó pan… y tomó el cáliz lleno de vino

Fue una prefiguración de la Eucaristía.
– el gesto de Melquisedec,
– rey y sacerdote, que «ofreció pan y vino»

En la Antigua Alianza,
– el pan y el vino eran ofrecidos
– como sacrificio y
– señal de reconocimiento al Creador.

En el Éxodo reciben una nueva significación
– los panes ácimos que Israel come cada año en la Pascua
– conmemoran la salida liberadora de Egipto.

El recuerdo del maná del desierto
– sugerirá siempre a Israel
– que vive del pan de la Palabra de Dios.

El «cáliz de bendición» al final del banquete pascual de los judíos,
– añade a la alegría festiva del vino
– una dimensión escatológica, la de la espera mesiánica
– del restablecimiento de Jerusalén.

Jesús instituyó su Eucaristía
– dando un sentido nuevo y definitivo
– a la bendición del pan y del cáliz.

Los milagros de la multiplicación de los panes,
– cuando el Señor dijo la bendición,
– partió y distribuyó los panes por medio de sus discípulos
– para alimentar la multitud,
– prefiguran la Eucaristía.

El signo del agua convertida en vino en Caná
– anuncia ya la Hora de la glorificación de Jesús.
– Manifiesta el cumplimiento del banquete de las bodas en el Reino del Padre,
– donde los fieles beberán el vino nuevo convertido en Sangre de Cristo.

El primer anuncio de la Eucaristía
– dividió a los discípulos,
– igual que el anuncio de la pasión los escandalizó:
Es duro este lenguaje, ¿quién puede escucharlo?.

– La Eucaristía y la cruz son piedras de tropiezo.

– Es el mismo misterio, y no cesa de ser ocasión de división.

¿También vosotros queréis marcharos?:
– esta pregunta del Señor es invitación de su amor a descubrir que
– sólo Él tiene palabras de vida eterna, y que
– acoger en la fe el don de su Eucaristía es acogerlo a Él mismo.

LA EUCARISTÍA (PRIMERA PARTE).

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