La jornada de oración y ayuno por la paz propuesta para el martes 17 de octubre por las Iglesias de Tierra Santa obtuvo apoyos en varias partes del mundo. También hubo iniciativas de oración en Jerusalén. El cardenal y patriarca latino de Jerusalén, Pierbattista Pizzaballa, presidió la Adoración Eucarística y el Rosario en la iglesia del Patriarcado Latino en la ciudad vieja.
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«Son 10 días en los que Jerusalén habla de guerra, de odio, de división y todo lo que vemos estos días. Pero hoy todo el mundo, creyentes y no creyentes, todos los cristianos, no sólo los católicos, hablan y rezan por Jerusalén, por Tierra Santa, por nosotros. Y hoy el mundo está en comunión con nosotros y no para hablar de odio sino de justicia, paz y reconciliación. Esta es la respuesta cristiana a todo lo que vemos. Cuando estamos en dificultades sentimos la necesidad de tener a alguien cerca y no estar solos. Por eso queremos que Jesús, presente en nuestra vida, esté cerca de nosotros en estos días. ¡Y la oración es la única herramienta para sentirlo cerca de nosotros!», precisó Pizzaballa.
La Custodia de Tierra Santa también organizó una jornada de oración ante el Santísimo Sacramento en la iglesia de San Salvador. A las 18.30 de la tarde, la invocación por la paz en forma comunitaria con la lectura de los salmos y música. Un momento de oración que contó con la participación de Fr. Francesco Patton, custodio de Tierra Santa y que concluyó con la bendición del Santísimo Sacramento. En los santuarios de Tierra Santa ha habido muchas iniciativas de oración por la paz: desde el Santo Sepulcro hasta la Basílica de la Anunciación pasando por Ein Karem. Desde el lugar donde nació el precursor de Jesús, la comunidad franciscana de Ein Karem se reunió para rezar juntos el Rosario.
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