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El centro de salud, inaugurado en 2016, es un punto de referencia sanitario para unas 95.000 personas, sin distinción de raza, etnia o religión, especialmente centrado en la lucha contra la tuberculosis. «La enfermedad más extendida y recurrente es la malaria, también encontramos muchas enfermedades respiratorias y un número creciente de casos de tuberculosis. Hay niños que llegan aquí con edemas, signo de la falta de aporte proteico», precisó la hermana Christine Richard, directora del hospital.
La situación se va causada por la grave indigencia en la que se encuentran las familias o la poligamia en la población mayoritariamente musulmana. «Si no hay acuerdo entre las esposas, o si el marido prefiere una a la otra los recursos económicos no se distribuyen equitativamente y a menudo son los más pequeños los que sufren», aseguró. «No recibimos nuestros reembolsos en 11 meses, y el gobierno está en deuda con el equivalente a unos 46.000 euros», afirmó la hermana Christine.
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