Hinduistas avivaron la violencia contra los cristianos con persecución abierta, tras el aumento de iglesias y edificios cristianos destruidos, los cuales se cuentan por centenares, en el estado de Manipur, en India. Fuentes locales culparon al partido hindú Bharatiya Janata Party (BJP) de acrecentar los ataques, cuya teoría se incrementó con la dimisión, el 13 de julio pasado, de R Vanramchhuanga, vicepresidente del partido en Mizoram. En su carta de dimisión, afirmó que, a pesar de que los militantes ya habían quemado 357 templos cristianos y edificios pertenecientes a diferentes Iglesias, los dirigentes de los gobiernos local y central, en manos del BJP, aún no lo habían condenado.
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Suscríbase al boletín de VenL«Por lo tanto, creo que la demolición masiva de iglesias cristianas en Manipur contó con el apoyo de las autoridades estatales y centrales», aseveró Vanramchhuanga. Ayuda a la Iglesia Necesitada siguió de cerca los acontecimientos en Manipur y recibió información de fuentes locales. Indicó que lo que inició como una petición del grupo meitei a ser registrado en la lista de grupos desfavorecidos con acceso a prestaciones reservadas a los mismos, se convirtió en ataques contra las tribus cristianas de las colinas, los kuki y los naga. Los ataques de grupos militantes meitei provocaron la quema de aldeas enteras, la muerte de más de un centenar de inocentes civiles kuki y la destrucción de iglesias católicas y protestantes, muchas de ellas pertenecientes a cristianos meiteis.
La fundación pontificia relató 2 ejemplos que detallan la destrucción de propiedades de la Iglesia, lo que además evidenció la metodología y las intenciones de los agresores. El 3 de mayo pasado, según un informe de la diócesis de Imphal, varios activistas meitei entraron en la parroquia y en el centro de formación pastoral de san Pablo, ubicado en Sangaiprou, que atiende a personas de diversas comunidades étnicas. «Hacia las 20.30 horas llegó una turba que empezó a destrozar y destruir la iglesia y las propiedades que había en ella. Destrozaron los cristales de las ventanas, las puertas, el interior de la iglesia, las estatuas, los crucifijos, el equipo de sonido, los instrumentos musicales y todo lo que había en la iglesia, y prendieron fuego al altar», enfatizó.
El 4 de mayo pasado, llegó de nuevo la turba. «Pidieron a los residentes que se identificaran. Tras comprobarlo varias veces, se marcharon sin encontrar a las personas que aparentemente buscaban. Sin embargo, hacia las 14 horas, entraron en la iglesia, recogieron las pipetas de gas de la cocina del centro pastoral y, tras amontonar todos los bancos y objetos de valor, destrozaron, saquearon y quemaron tanto la iglesia como el edificio del centro de formación pastoral», relató, al indicar que causaron la casi total destrucción de la propiedad, el ganado y otros animales. El informe precisó que «durante todo este tiempo no se proporcionó cobertura de seguridad». Además, la destrucción de bienes de la Iglesia en la parroquia del Santo Redentor en Canchipur es otro ejemplo de cómo las fuerzas de seguridad fracasaron en su deber de proteger a los inocentes durante las protestas en Manipur.
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