Funcionarios del gobierno comunista de Vietnam, acompañados por equipos de seguridad, interrumpieron la Misa que se celebraba en una casa donde estaba el párroco de Dak Giac, el padre Francisco Xavier Lê Tiên, quien la presidía con presencia de numerosos fieles. Las autoridades acusaron al padre Tiên de realizar servicios religiosos en una capilla no reconocida, dado que las actividades religiosas están restringidas en la provincia montañosa de Kon Tum, donde residen muchos fieles que viven lejos de las iglesias parroquiales.
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Suscríbase al boletín de VenLEl padre Tiên explicó que celebra la Misa cada semana desde hace muchos años en este lugar que es conocido como ‘Iglesia de San Pablo’. No hay iglesia ni capilla en la zona —la mayoría de las iglesias fueron destruidas en la Guerra de Vietnam— por lo que un feligrés prestó esta casa para la celebración de actos religiosos. Algunos funcionarios corrieron hacia el altar para exigir que se detuviera la Misa, y fue cuando el sacerdote solicitó un permiso para terminar la Misa—un sacerdote no puede interrumpir el Santo Sacrificio—, tras prometer que al finalizar se reuniría y hablaría con ellos.
Los agentes del gobierno no lo aceptaron, y mientras proferían insultos, uno de ellos quitó el misal del altar. El presbítero, al notar el clima de tensión y temer una confrontación, no continuó la Misa y la concluyó con una bendición. La diócesis de Kontum repudió la «ofensa atroz contra la santidad de la Misa». La jurisdicción eclesiástica aseveró que as acciones de estos funcionarios del gobierno comunista «son profundamente angustiosas y lastiman a nuestros hermanos de la subparroquia, así como a todos los sacerdotes y laicos en la diócesis y en otros lugares».
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