Francisco indicó que «hombres y mujeres de todas las denominaciones religiosas» se unen «en oración y penitencia, para pedir la gracia de la curación de esta pandemia», en el comienzo de la Misa que presidió en la Casa Santa Marta, el jueves 14 de mayo, en la fiesta de San Matías, Apóstol.
«El Alto Comité para la Hermandad Humana convocó para hoy una jornada de oración, ayuno, para pedirle a Dios misericordia y piedad en este momento trágico de la pandemia. Todos somos hermanos. San Francisco de Asís dijo: ‘Todos hermanos’. Y para esto, hombres y mujeres de todas las denominaciones religiosas, hoy, nos unimos en oración y penitencia, para pedir la gracia de la curación de esta pandemia», precisó el Papa.
El obispo de Roma reflexionó en la homilía sobre la primera lectura, tomada del Libro de Jonás, en la que el profeta invita al pueblo de Nínive a convertirse para no sufrir la destrucción de la ciudad. El Pontífice aseguró que Nínive se convirtió y la ciudad se salvó de una pandemia, tal vez «una pandemia moral». «Cada uno de nosotros reza, las comunidades rezan, las confesiones religiosas rezan: rezan a Dios, todos los hermanos, unidos en la hermandad que nos une en este momento de dolor y tragedia«, indicó Francisco, al destacar la oración.