Francisco destaca la «santidad femenina que hace fecunda la Iglesia y el mundo», en su mensaje a los participantes del Congreso Internacional Interuniversitario ‘Mujeres Doctoras de la Iglesia y Patronas de Europa en diálogo con el mundo de hoy’, que se realizó del lunes 7 al martes 8 de marzo en la Pontificia Universidad Urbaniana en Roma. El texto del Papa, que si bien está fechado el 1 de marzo, se dio a conocer el martes 8 de marzo, en el Día Internacional de la Mujer.
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El Pontífice precisa que el congreso celebra los aniversarios de la declaración de las santas Teresa de Jesús, Catalina de Siena, Teresa de Lisieux e Hildegarda de Bingen como doctoras de la Iglesia, y que a ella se unen las santas europeas Brígida de Suecia, Teresa Benedicta de la Cruz —Edith Stein—, y Catalina de Siena, nombradas copatronas de Europa por san Juan Pablo II. «La doctrina eminente de estas santas, por la que fueron declaradas doctoras de la Iglesia o patronas, cobra en estos tiempos un nuevo protagonismo por su permanencia, profundidad y oportunidad y ofrece luz y esperanza a nuestro mundo, en las actuales circunstancias, tan fragmentado y falto de armonía», indica.
#Francisco envió un #mensaje a los asistentes al primer Congreso Internacional Interuniversitario sobre #Doctoras de la Iglesia. Lee la nota y escucha el reporte de #VaticanNews ⬇️🎧#PontificiaUniversidadUrbaniana @UCAVILA_ @AteneoUPRA https://t.co/N8RokwNVcZ pic.twitter.com/QoajgHGbey
— Vatican News (@vaticannews_es) March 9, 2022
Considera que aún «perteneciendo a épocas y lugares diversos, llevando a cabo misiones diferentes, todas tienen en común el testimonio de una vida santa», dado que «dóciles al Espíritu, por la gracia del Bautismo, recorrieron su camino de fe movidas, no por ideologías mutables, sino por una adhesión inquebrantable a la ‘humanidad de Cristo’ que permeaba sus acciones». «Se sintieron corresponsables en subsanar los pecados y miserias de su tiempo, y contribuyeron a la misión de evangelización desde una plena sintonía y comunión eclesial. Que los frutos de su encuentro sean estímulo para promover esa ‘santidad femenina’ que hace fecunda la Iglesia y el mundo», destaca el Papa Francisco.
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