Francisco se disculpó por no poder leer un discurso ante un grupo de rabinos, el lunes 6 de noviembre, tras explicar que no estaba bien de salud y que prefería no leer el discurso que tenía preparado al recibir a los miembros de la conferencia de rabinos europeos. Sin embargo, el Pontífice no interrumpió las actividades de su agenda.
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«Buenos días, los saludo a todos y les doy la bienvenida. Gracias por esta visita que tanto me gusta, pero sucede que no estoy bien de salud y por eso prefiero no leer el discurso sino dárselo y que ustedes lo lleven», afirmó el Pontífice, con voz cansada. Posteriormente, el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, aclaró que Francisco «está un poco resfriado».
Bruni sostuvo que sin embargo sus «actividades continúan regularmente». El Papa mantuvo las numerosas audiencias que tenía por la mañana. Todavía se mantiene la celebración del encuentro con cerca de 7.000 niños de todo el mundo que tiene programado para la tarde en el aula Pablo VI del Vaticano.
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