Francisco sostiene que «nos hace bien estar en adoración ante la Eucaristía» y anima a dedicar «tiempo a la adoración», al presidir la Misa de clausura del 52 Congreso Eucarístico Internacional en la Plaza de los Héroes de Budapest, frente a unos 100.000 fieles que asistieron a la celebración, domingo 12 de septiembre. El Papa visitó Hungría para la clausura del Congreso Eucarístico y luego se trasladó hasta Bratislava, Eslovaquia, donde comenzó una visita apostólica de 3 días.
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Suscríbase al boletín de VenLEl Pontífice reflexionó sobre la pregunta que Jesús planteó a sus discípulos y que figura en el fragmento del Evangelio del día: Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?. Indicó que es una pregunta que, dirigida a cada uno de nosotros, pide una respuesta personal y de vida. «De esta respuesta nace la renovación del discipulado. Es algo que tuvo lugar a través de 3 pasos, que realizaron los discípulos y que podemos realizar también nosotros: el primero el anuncio de Jesús, el segundo el discernimiento con Jesús y el tercero el camino en pos de Jesús», consideró. «La Eucaristía está ante nosotros para recordarnos quién es Dios. No lo hace con palabras, sino de forma concreta, mostrándonos a Dios como Pan partido, como Amor crucificado y entregado», sostuvo, tras enfatizar que el Señor «para salvarnos, se hace siervo; para darnos vida, muere; nos hace bien dejarnos desconcertar por el anuncio de Jesús».
«Nos hace bien estar en adoración ante la Eucaristía para contemplar la fragilidad de Dios. Dediquémosle tiempo a la adoración», precisó, al referirse al discernimiento con Jesús. «Dejemos que Jesús, Pan vivo, sane nuestras cerrazones y nos abra al compartir, nos cure de las rigideces y del encerrarnos en nosotros mismos, nos libere de las esclavitudes paralizantes de defender nuestra imagen, nos inspire a seguirlo adonde Él quiera conducirnos. De este modo llegamos al tercer paso —el camino en pos de Jesús—. El camino cristiano no es una búsqueda del éxito, sino que comienza con un paso hacia atrás, con un descentramiento liberador, con el quitarse uno del centro de la vida», aseguró el Papa Francisco, que anima a dedicar «tiempo a la adoración». El Pontífice exhortó a dejar «que el encuentro con Jesús en la Eucaristía nos transforme, como transformó a los grandes y valientes santos que ustedes veneran, pienso en san Esteban y santa Isabel».
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