Franciscanos de la Custodia de Tierra Santa en Siria asisten a los afectados por el terremoto de 7,8 en la escala de Richter en el país de Oriente Próximo. La parroquia latina de Alepo sufrió algunos daños, el campanario de la iglesia perdió algunas piedras pero los franciscanos inmediatamente tomaron medidas para ofrecer solidaridad a los que huían bajo la lluvia y el frío. El párroco latino de Alepo, Bahjat Karakach, se refirió a la situación que atraviesan.
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Suscríbase al boletín de VenL«Bajamos. Mucha gente huyó de sus casas, huyendo en la oscuridad, porque no hay electricidad. Aquí recibimos gente en la iglesia hasta la mañana; celebramos la Misa y abrimos el salón para recibir a la gente y darles de comer», explicó el presbítero, quien recordó que el comedor parroquial ya sirve unas 1.200 comidas al día a los más pobres. «Estamos organizando 500 comidas más en el comedor que ya gestionamos en Alepo, a petición del municipio», precisó Giacomo Pizzi, de la Asociación Pro Terra Sancta, después de que los franciscanos asisten también a los afectados por el terremoto.
La Asociación Pro Terra Sancta lanzará una campaña de recaudación de fondos. «Necesitaremos toda la ayuda posible… necesitaremos mantas, porque como ven está lloviendo y hace mucho frío, no hay calefacción ni luz. Necesitamos mantas, comida, agua…», enfatizó Pizzi. «Pedimos apoyo, ayuda y sobre todo lanzamos un llamamiento para levantar las sanciones a Siria para que pueda ser reconstruida y se pueda ayudar a los necesitados», afirmó Karakach.
