La Iglesia en Filipinas realiza el segundo Congreso Misionero Nacional (CMN) sobre el tema de la misión evangelizadora, que comenzó el 17 de abril pasado, con una Misa presidida por el arzobispo de Cebú, José Palma. El Congreso concluirá con el momento de la culminación del Año de la Missio Ad Gentes y la celebración del 500 aniversario de la llegada del cristianismo a Filipinas (1521-2021). La celebración del 500 aniversario de la llegada del Evangelio a Filipinas se prorrogó un año debido a la pandemia del COVID-19.
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Palma precisó que «500 años, después de escuchar y compartir, y después de recibir el don de la fe, y de acoger la Buena Nueva, sabemos que ese espíritu de entusiasmo, ese espíritu de alegría, algo que no debe ser guardado para nosotros mismos, sabemos que debe ser compartido, que debe ser llevado a nuestros hermanos». «Esta es la misión, llevar y compartir la Buena Noticia con los demás», indicó, tras sugerir un examen de conciencia. «Ante el Señor, se nos preguntará qué hemos hecho con los dones que hemos recibido. ¿Cómo hemos utilizado la bendición que Dios nos ha dado?», aseguró el prelado.
«El Congreso es nuestra manera de concluir 500 años de cristianismo y es nuestra manera de conocer, aún mejor, las razones y las formas en que podemos ser verdaderamente misioneros», explicó, al referirse al Congreso Misionero Nacional que realiza Filipinas. «¿Cómo ser misioneros en el contexto del viaje que continúa después de 500 años de cristianismo? Nuestro viaje debe caracterizarse por la Comunión, la Participación y la Misión. Que nosotros, como los primeros que se encontraron con Cristo resucitado, estemos alegres porque hemos tenido el privilegio de encontrarnos con el Señor, hemos tenido el privilegio de recibir bendiciones y también es un privilegio compartir lo que hemos recibido», exhortó.
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