El cardenal y prefecto emérito de la Secretaría de Economía del Vaticano, George Pell, fallece a los 81 años al complicarse su operación rutinaria de cadera, tras ser hospitalizado en Roma, el martes 10 de enero. Si bien la cirugía tuvo éxito, un paro cardiaco habría acabado con su vida. El padre Joseph Hamilton, secretario personal del cardenal Pell, indicó que se esperan los resultados de la necropsia para conocer con precisión la causa del fallecimiento del purpurado que tenía problemas cardiacos y desde 2010 usaba un marcapasos.
Síganos en Telegram
Colabore con Verdad en Libertad
Suscríbase al boletín de VenLEl purpurado australiano, en una de sus últimas declaraciones públicas, entrevistado para ‘EWTN News In Depth’ el 2 de enero pasado, habló sobre Benedicto XVI, al recordarlo como alguien «completamente opuesto a las caricaturas de sus enemigos, especialmente antes de convertirse en Papa». «La gente podía ver cómo era en realidad. Lo llamaban rottweiler, Panzer Kardinal —cardenal de combate—, y todo eso era absurdo. En realidad, Benedicto XVI era tranquilo, amable y piadoso. Era un verdadero caballero», destacó. El cardenal Pell, que fallece al complicarse su operación de cadera, nació en Ballarat, al sur de Australia, el 8 de junio de 1941. Fue ordenado sacerdote el 16 de diciembre de 1966. Juan Pablo II lo nombró en 1987 obispo auxiliar de Melbourne, y en 1996, lo designó arzobispo de esa arquidiócesis. En 2001, Juan Pablo II lo nombró arzobispo de Sídney, y en 2003 lo creó cardenal.
Francisco lo incluyó el 13 abril de 2013, un mes después de su elección como Pontífice, en el nuevo Consejo de Cardenales. En 2014, lo nombró prefecto de la Secretaría de Economía del Vaticano, donde se comprometió con la lucha por ordenar las finanzas del Vaticano. Un año después, aseveró que al actuar así se cerraría la puerta a «los incompetentes y bribones», y también que «la próxima ola de ataques contra la Iglesia podrían llegar por irregularidades financieras». En medio de acusaciones de abuso, Pell enfrentó un juicio en Australia, donde fue condenado a 6 años de prisión en marzo de 2019, aunque lo habían mantenido encarcelado desde diciembre de 2018. En enero de 2019, la Santa Sede informó que el purpurado ya no era el prefecto de la Secretaría de Economía.
La justicia le dio la razón a Pell y la Corte Suprema de Australia reconoció su inocencia, absolviéndolo de todos los cargos que fueron desestimados y liberándolo en abril de 2020. «La oración fue la gran fuente de mi fortaleza en este tiempo, incluyendo las oraciones de otros. Estoy increíblemente agradecido a todos los que han rezado por mí y me ayudaron durante este tiempo desafiante», indicó el purpurado australiano. Además, Pell fue también un firme defensor de la enseñanza de la Iglesia católica, como por ejemplo al hablar del polémico Camino Sinodal de Alemania. En cuanto a su trabajo en el área económica de la Santa Sede, Francisco reconoció su labor, tras ratificar en una entrevista en 2022 que Pell «fue el genio» que rescató las finanzas del Vaticano.
Puede interesarle: Francisco destaca que el cardenal Pell «ha sido el genio» que rescató la economía vaticana.
