ES NECESARIO QUE CAMINE HOY Y MAÑANA Y PASADO.
Por Mario Ortega.
Lc 13, 31-35. Es necesario que camine hoy y mañana y pasado. Jueves sem 30 Tiempo Ordinario
En aquel día, se acercaron unos fariseos a decir a Jesús:
«Sal y marcha de aquí, porque Herodes quiere matarte».
Jesús les dijo:
«Id y decid a ese zorro: ‘Mira, yo arrojo demonios y realizo curaciones hoy y mañana, y al tercer día mi obra quedará consumada.
Pero es necesario que camine hoy y mañana y pasado, porque no cabe que un profeta muera fuera de Jerusalén’.
¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que se te envían! Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como la gallina reúne a sus polluelos bajo las alas, y no habéis querido.
Mirad, vuestra casa va a ser abandonada.
Os digo que no me veréis hasta el día en que digáis: ‘¡Bendito el que viene en nombre del Señor!’».
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- Unos fariseos tratan de poner en guardia a Jesús avisándole de que Herodes lo busca para matarlo. El Señor aprovecha para profetizar una vez más su pasión redentora, cuya hora llegará cuando Él quiera, no cuando quieran sus enemigos. Dice así: Yo arrojo demonios y realizo curaciones hoy y mañana, y al tercer día mi obra quedará consumada.
- Jesús se muestra de nuevo Señor de la historia y de los acontecimientos. Sabe que está en manos del Padre, de Dios Padre. Está en buenas manos, Él confía. Su voluntad es una con la Voluntad del Padre y así no hay nada ni nadie que le detenga. Nadie le quitará la vida. Será Él quien la entregue voluntariamente. Y la entrega cada día, en cada predicación, en cada milagro, en cada pueblo o aldea que visita. Es necesario que yo camine hoy y mañana y pasado. Así describe Jesús su vida pública, anunciando el Evangelio, estableciendo el Reino.
- Es necesario que yo camine hoy y mañana y pasado. Esta frase la queremos hoy hacer nuestra también nosotros. A través de la vida de cada día, trabajamos con Jesús por el Evangelio y por el Reino. Nos damos a Él cada día a través del trabajo cotidiano. No nos detenemos en nuestro caminar, hoy, mañana y pasado… Hasta llegar a la meta con Él, cuando Él quiera. Porque es el Señor de la historia y de los acontecimientos.
ES NECESARIO QUE CAMINE HOY Y MAÑANA Y PASADO.
