TEMA 11: EL TESTIMONIO EVANGÉLICO.
Continuación de El pecado y la misericordia de Dios.
Por Juan María Gallardo.
El testimonio escrito más antiguo de la palabra ‘evangelio’ en sentido cristiano proviene de san Pablo, aunque su uso es anterior a él. El apóstol la utiliza 20 años después de la muerte del Señor sin tener que explicarla (1 Ts 1,5; 2,4; Gal 2,5.14; 1 Co 4,15; Rm 10,16). En boca de Jesús, la palabra ‘Evangelio’ suele ir acompañada de un complemento: «Evangelio del Reino de Dios».
Presentación de tema 11: el testimonio evangélico.
En la antigüedad —en Homero o en Plutarco— la palabra ‘evangelio’ se empleaba para designar la recompensa que se daba al portador de la noticia de una victoria, o el sacrificio de acción de gracias a los dioses que se ofrecía por esa buena noticia. Los romanos llamaron ‘evangelios’ al conjunto de beneficios que Augusto había traído a la humanidad, tal como lo atestigua una inscripción referida al emperador: «El día del nacimiento del dios ha señalado el comienzo de las buenas nuevas para el mundo».
Sin embargo, en la traducción griega del Antiguo Testamento —Septuaginta—, el verbo euaggelidso, «dar una buena noticia», estaba en relación con el anuncio de la llegada de los tiempos mesiánicos, en los que Dios salvaría a su pueblo: Yo estoy aquí, como sazón sobre los montes, como los pies del que trae la buena noticia de un anuncio de paz, como el que trae la buena noticia de cosas buenas, porque haré que vuestra salvación se oiga, diciendo a Sion: «¡Tu Dios reinará!» (Is 52,7-8 [LXX]; ver también Is 61,1-2; Sal 96,2.10). En el Nuevo Testamento ese mensajero o heraldo que proclama la realeza de Señor y con su palabra inaugura los tiempos mesiánicos es Jesús.
Composición y autenticidad de los evangelios
Los evangelios nos informan de que después de haber sido apresado Juan, vino Jesús a Galilea predicando el Evangelio de Dios (Mc 1,14). Esa buena noticia consiste en que con Jesús se hace presente el Reino de Dios. Jesús no solo es el mensajero de esa buena nueva, sino que el mensaje se refiere a él mismo. Tras la resurrección, Jesús envió a los apóstoles al mundo entero para predicar el Evangelio a toda criatura (Mc 16,15). El contenido de ese Evangelio era lo que dijo e hizo Jesús en su vida terrena, así como su pasión, muerte y resurrección, mostrando que en él las promesas del Antiguo Testamento habían llegado a plenitud.
Fragmento del texto original de Tema 11: El testimonio evangélico.
- (1) Libro electrónico «Síntesis de la fe católica», que aborda algunas de las principales verdades de la fe. Son textos preparados por teólogos y canonistas con un enfoque primordialmente catequético, que remiten a la Sagrada Escritura, el Catecismo de la Iglesia Católica, las enseñanzas de los Padres y el Magisterio.
TEMA 11: EL TESTIMONIO EVANGÉLICO.