«EL QUE OBRA MAL ODIA LA LUZ».
Por Fray Tuk.
Juan 3, 14-21
«De la misma manera que Moisés levantó en alto la serpiente en el desierto, también es necesario que el Hijo del hombre sea levantado en alto, para que todos los que creen en él tengan Vida eterna. Sí, Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único para que todo el que cree en él no muera, sino que tenga Vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él, no es condenado; el que no cree, ya está condenado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios».
«En esto consiste el juicio: la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron las tinieblas a la luz, porque sus obras eran malas. Todo el que obra mal odia la luz y no se acerca a ella, por temor de que sus obras sean descubiertas. En cambio, el que obra conforme a la verdad se acerca a la luz, para que se ponga de manifiesto que sus obras han sido hechas en Dios».
SAN JUAN CRISÓSTOMO. Homilías sobre el Evangelio de Juan 28, 2.
EL QUE OBRA MAL ODIA LA LUZ.
«¿De quiénes se habla en la frase que acabamos de citar? De los pecadores que decidieron perseverar en su estado de pecado. Jesús vino para perdonar los pecados y para dotarnos de fuerza ante futuras recaídas… El cristianismo exige una fe ortodoxa y una vida limpia… Nadie se propone refutar los errores de quien vive en el paganismo. Quien adora dioses de tal especie y celebra fiestas tan indecentes y ridículas como los mismos dioses a los que adora, se comporta de acuerdo con las creencias que confiesa profesar. Pero si quienes son adoradores del Dios verdadero viven entregados a los vicios, serán despreciados y acusados por todos. Tan admirable es la influencia de la verdad incluso sobre sus enemigos. Notad cuán preciso es el Señor al hablar. No dijo: «Quien hace malas acciones no viene a la luz», sino: «Quien continuamente hace el mal, o sea, quien quiere revolverse siempre en el fango del pecado y desprecia someterse a mis leyes, y permaneciendo fuera se entrega sin medida a la fornicación y comete todo género de cosas prohibidas, ése, de venir a la luz, quedaría inmediatamente desenmascarado, como un ladrón al que la luz de repente sorprendiera. Es por ello por lo que evita mi ley»».