EL PARALÍTICO BAJO DEL TEJADO.
Por Mario Ortega.
Lc 5, 17-26. El paralítico bajado del tejado. Lunes 2ª Semana Adviento
Un día estaba Jesús enseñando, y estaban sentados unos fariseos y maestros de la ley, venidos de todas las aldeas de Galilea, Judea y Jerusalén. Y el poder del Señor lo impulsaba a curar.
Llegaron unos hombres que traían en una camilla a un paralítico y trataban de introducirlo para colocarlo delante de él. No encontrando por donde introducirlo, a causa del gentío, subieron a la azotea y, separando las losetas, lo descolgaron con la camilla hasta el centro, delante de Jesús. Él, viendo la fe que tenían, dijo:
-«Hombre, tus pecados están perdonados».
Los escribas y los fariseos se pusieron a pensar:
-«¿Quién es éste que dice blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados más que Dios?»
Pero Jesús, leyendo sus pensamientos, les replicó:
-«¿Qué pensáis en vuestro interior? ¿Qué es más fácil: decir ‘tus pecados quedan perdonados’, o decir ‘levántate y anda’?
Pues, para que veáis que el Hijo del hombre tiene poder en la tierra para perdonar pecados -dijo al paralítico-: A ti te lo digo, ponte en pie, toma tu camilla y vete a tu casa». Él, levantándose al punto, a la vista de ellos, tomó la camilla donde estaba tendido y se marchó a su casa dando gloria a Dios.
Todos quedaron asombrados, y daban gloria a Dios, diciendo llenos de temor:
-«Hoy hemos visto cosas admirables».
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El paralítico bajado del tejado
- Al empezar la segunda semana de Adviento, encontramos en el Evangelio de hoy uno de los milagros más llamativos de Jesús. Llamativo por lo original de las formas con que presentaron a aquel paralítico ante Él: descolgándolo del tejado. No habían encontrado una manera de acceder hasta el interior de la casa adonde se encontraba Jesús, por la multitud allí concentrada, y cuando no se puede ni por la puerta ni por las ventanas, habrá que intentarlo desde el tejado. Desde luego, la fe es creativa y audaz.
- Jesús se sorprendió, sin duda, de la fe de estos amigos del paralítico, que les llevó a semejante ocurrencia. Pero no sé si, forzando un poco el significado profundo del texto, yo creo que le recordó a Jesús el amor de Dios Padre, que no pudiendo encontrar hueco por las ventanas y puertas de la humanidad pecadora, descolgó a su propio Hijo de los cielos para que viniera hasta nosotros.
- El misterio de la Encarnación fue también un bajar. No del enfermo, sino en este caso, del médico. Y junto con el misterio de la Encarnación, el de la Muerte y Resurrección de Jesús también se ven reflejados en este milagro. Porque Jesús murió colgado de la Cruz; es decir, entre el Cielo y la tierra. Y porque al paralítico postrado le dijo: Levántate y camina. En la Resurrección, el cuerpo muerto de Jesús volvió a levantarse y a caminar con los discípulos.