El sacerdote Andrew Dewan, director de comunicación de la diócesis de Pankshin, precisó, tras los ataques «específicamente contra cristianos», que «el objetivo era infligir dolor y destrucción máxima a los cristianos». El presbítero describió lo sucedido en la comunidad de Mushu, donde 18 personas fueron asesinadas y varias heridas. Los atacantes asaltaron Tudun Mazat antes de que sus habitantes pudieran dar la voz de alarma. Dispararon a las personas y fueron asesinadas, las casas y el maíz cosechado fueron incendiados, iglesias y clínicas también fueron quemadas.
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El padre Andrew había estado en esta última comunidad aquella mañana para celebrar la Misa de Navidad. De Tudum Mazat, los musulmanes Fulani fueron a Maiyanga, donde masacraron a 13 cristianos. En total, unas 20 comunidades fueron atacadas esa noche. El sacerdote se pregunta por qué en comunidades en que los cristianos viven «codo con codo» con pastores Fulani «no se vio afectada ninguna persona no cristiana y no se quemaron casas Fulani». «No hay duda de que los atacantes eran fulanis», ratificó.
«El hecho de que haya tenido lugar en Navidad y de que los cristianos hayan sido atacados deliberadamente en una comunidad mixta, donde los musulmanes no son atacados, manifiesta claramente las características de un conflicto religioso. Sé que no a todo el mundo le gustaría admitirlo, pero para mí, que estuve en el terreno, observado y escrito sobre ello, hay signos de un conflicto religioso. El objetivo era infligir dolor y destrucción máxima a los cristianos», explicó.
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