El instituto secular Servi Trinitatis celebró 25 años de presencia en el sur del Gran Buenos Aires con una Misa presidida por el obispo de Avellaneda-Lanús, Marcelo Julián Margni, el pasado sábado 3 de junio. Concelebraron el padre Arturo Saiz, capellán del Centro Misionero Santísima Trinidad, y los sacerdotes de dicha diócesis Ricardo Nariccio, párroco de Nuestra Señora de los Remedios, y Fernando Abraham, párroco de San Judas Tadeo.
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Suscríbase al boletín de VenL«Conozco la vida de este Centro Misionero que se va levantando… Recuerdo desde el primer momento en el que el padre Arturo me hizo conocer el lugar, y después fui conociendo a la gran familia de los servidores de la Trinidad, con quienes me siento tan cercano, hermanos. Agradezco siempre esta cercanía y este cariño. Estamos celebrando esta fiesta que coincide con los 25 años de la presencia del Instituto en el sur del Gran Buenos Aires», indicó el obispo Margni, en la homilía. El instituto secular Servi Trinitatis nació en Cuenca, España, en la década de los 80, de manos del sacerdote Gratiniano Checa —fallecido en 2018—, con el acompañamiento inicial del obispo José Guerra Campos (†) y la aprobación definitiva en 2007 por el entonces cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela.
En 1998 comenzó la presencia de los siervos de la Trinidad en el sur del Gran Buenos Aires a pedido del entonces obispo de Lomas de Zamora, Desiderio Elso Collino (†), quien encomendó al Instituto el cuidado pastoral de la parroquia Nuestra Señora de Itatí, en Banfield Oeste. En 2013 concluyó el período de atención de esa parroquia por parte de Servi Trinitatis, por lo que el Instituto continuó su actividad en Remedios de Escalada, diócesis de Avellaneda-Lanús, con el entonces obispo Frassia, y ahora con el obispo Margni.
En la actualidad, Servi Trinitatis tiene en Remedios de Escalada un Centro Misionero llamado ‘Santísima Trinidad’, sede de su movimiento de apostolado laical ‘Católicos en Acción’. Los siervos de la Trinidad, además, trabajan en los ámbitos asistencial, social, cultural y comunicacional especialmente desde la Asociación civil Sol, cuyo fin es ayudar al desarrollo integral de la persona. La asociación asiste en el sur del Gran Buenos Aires a 29 niños apadrinados, ofrece colonias y convivencias para niños y adolescentes en los recesos invernal y estival, tiene abierta al público su biblioteca, y brinda talleres cuatrimestrales.
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