EL CIELO Y LA TIERRA PASARÁN, MIS PALABRAS NO PASARÁN.
Por Mario Ortega.
Lc 21, 29-33. El cielo y la tierra pasarán, mis palabras no pasarán. Viernes semana 34 del TO
En aquel tiempo, puso Jesús una comparación a sus discípulos:
-Fijaos en la higuera o en cualquier árbol: cuando echan brotes, os basta verlos para saber que la primavera está cerca. Pues cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca el reino de Dios. Os aseguro que antes que pase esta generación, todo eso se cumplirá.
El cielo y la tierra pasarán, mis palabras no pasarán.
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El cielo y la tierra pasarán, mis palabras no pasarán
- Más señales de la cercanía del Reino de Dios nos ofrece hoy el Evangelio. No nos quedemos sólo con los signos escatológicos de destrucción de los cuales nos hablaba Jesús ayer, en los versículos previos a los de hoy de San Lucas. Hoy nos habla de los signos de vida que van apareciendo continuamente: Fijaos en la higuera o en cualquier árbol: cuando echan brotes, os basta verlos para saber que la primavera está cerca. Pues cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca el reino de Dios. Fijaos en la naturaleza, nos dice Jesús. Descubrid cada día la vida que se abre paso ante nosotros y dentro de nosotros. Ahí está Dios dándonos esa vida. Su Reino es un Reino de Vida, de vida eterna. Todo lo demás lleva consigo la fecha de caducidad.
- El Reino de Dios no. Por eso, concluye hoy diciendo: El cielo y la tierra pasarán, mis palabras no pasarán. Esta frase tan conocida y solemne de Jesús, que casi nos sale cantando, por el famoso de Misa que todos conocemos, es el resumen de todo lo que venimos leyendo estos días: Las cosas de este mundo pasan. Dios no. Es el único que siempre está y estará.
- Nuestro corazón que está hecho para la vida eterna, para la felicidad total, sólo puede encontrar estabilidad y definitividad en Dios, en su Palabra. Y ésta la tenemos al alcance de la mano: en la Biblia. Al alcance de un clic, en el móvil: la Palabra de Dios de cada día, que nos sostiene, nos acrecienta y nos pacífica.