La dictadura sandinista disolvió la Compañía de Jesús de Nicaragua, tras cancelar su personalidad jurídica y ordenar la expropiación de sus bienes, entre los que se encuentran una universidad y 2 colegios privados, el miércoles 23 de agosto. La disolución de la Asociación Compañía de Jesús de Nicaragua, registrada desde el 16 de mayo de 1995, fue aprobada por la ministra nicaragüense de Gobernación, María Amelia Coronel Kinloch.
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El acuerdo ministerial del régimen de Daniel Ortega contra los jesuitas se produce una semana después de que la Justicia de Nicaragua, que está controlada por los sandinistas, congelara las cuentas bancarias e inmovilizaron las propiedades de la jesuita Universidad Centroamericana (UCA), que es uno de los centros de estudios privados más prestigiosos del país, tras acusarla del delito de «terrorismo».
La Provincia Centroamericana de la Compañía de Jesús aseveró, tras las acusaciones, que «son totalmente falsas e infundadas las graves acusaciones en contra de la Universidad Jesuita de Nicaragua». Rechazó las acusaciones de «terrorismo» y también de «haber transgredido el orden constitucional, el orden jurídico y el ordenamiento que rige las Instituciones de la Educación Superior del país».
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