CUIDADOS PALIATIVOS Y EUTANASIA EN DISCURSO DE FRANCISCO (2).
Continuación de Cuidados paliativos y eutanasia en discurso de Francisco.
Por Nicolás Lafferriere.
La diferencia radical el Papa la ubica en la compasión. En efecto, «a menudo, se presenta a la eutanasia falsamente como una forma de compasión». El Papa explica que ‘compasión’ «significa ‘sufrir con’ y no implica poner intencionalmente fin a la vida, sino la decisión de compartir las cargas que afrontan los que están en la última etapa de nuestra peregrinación en esta tierra».
Para el Papa, «Los cuidados paliativos son una forma genuina de compasión, porque responden al sufrimiento, físico, emocional, psicológico o espiritual, afirmando la fundamental e inviolable dignidad de cada persona, especialmente los moribundos, y ayudándolos a aceptar el inevitable momento del pasaje de esta vida a la vida eterna».
El aporte de las convicciones religiosas
Finalmente, en línea con el carácter interreligioso del Simposio que se realizó en Canadá, el Papa afirmó que «nuestras convicciones religiosas ofrecen una más profunda comprensión de la enfermedad, el sufrimiento y la muerte, viendo a estos como parte de la Divina Providencia». Además, «para la tradición cristiana, como un camino hacia la santificación».
«Al mismo tiempo, las acciones compasivas y el respeto demostrado por el personal médico y los cuidadores a menudo han creado la posibilidad de que quienes están en el final de su vida encuentro consuelo espiritual, esperanza y reconciliación con Dios, con miembros de su familia y con amigos».
Mensaje a médicos y cuidadores
Dirigiéndose al personal médico y cuidadores, les dijo que su servicio es importante y aun esencial para «ayudar a los enfermos y moribundos a darse cuenta que no están aislados o solos, que sus vidas no son una carga, que siempre hay formas de permanecer como inherentemente valiosos a los ojos de Dios (cf. Salmo 116,15) y unidos entre nosotros con lazos de comunión».
En el final, los animó en sus esfuerzos por mejorar los cuidados paliativos para los más vulnerables de nuestros hermanos y hermanas y que el Simposio los ayuda a perseverar en «amor, dar esperanza a los que están en el final de la vida y construir una sociedad más justa y fraterna».