La celebración de Corpus Christi se realizó bajo las bombas en la catedral católica de rito latino en Odesa, en Ucrania, puesto que los fieles reunidos se sobresaltaron cuando una bomba causó un fuerte estruendo, que asustó a monaguillos y niñas que contemplaban al obispo Stanislav Shirokoradyuk cuando iba a impartir la bendición con el Santísimo.
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‘Katolik Life’ indicó que las cámaras capturaron el momento y la cara de susto de los niños. Pese a ello, puso finalizar la celebración eucarística. El misil fue lanzado por el Ejército ruso desde Crimea y causó algunos daños en la infraestructura portuaria. Un segundo misil, también lanzado hacia Odesa durante la noche, no alcanzó su objetivo, al caer al mar.
El obispo Pavlo Honcharuk aseguró que en Járkov, cerca de la frontera rusa, no quedan muchos católicos, por lo que anima a los fieles a dejar la ciudad, pero él se va a quedar. «Permaneceré en Járkov mientras nuestra gente esté allí; mi presencia también es necesaria para ayudarles a resistir. Nuestra presencia también es útil para los que ayudan. Si tengo que abandonar la ciudad, me iré con el último grupo», explicó.
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