Los atentados incendiarios contra los templos católicos siguen en La Araucanía, dado que durante la madrugada del lunes 13 de marzo hubo un incendio provocado que destruyó la capilla Sagrado Corazón de Jesús, perteneciente a la parroquia San Francisco de Asís, en Selva Oscura. La diócesis de Temuco repudió el ataque, en una declaración pública firmada por el administrador diocesano, el padre Juan Andrés Basly Erices, puesto que se trata de la segunda capilla destruida en una semana en esa zona.
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«En este día, en que Francisco, cumple 10 años de su pontificado, hacemos eco de sus palabras del mensaje que nos entregó en su visita en estas tierras de La Araucanía, donde manifiesta que ‘La violencia llama a la violencia, la destrucción aumenta la fractura y separación. La violencia termina volviendo mentirosa la causa más justa. Por eso decimos ‘no a la violencia que destruye’», afirmó. La jurisdicción eclesiástica reiteró «el llamado a la paz y unidad», al reconocer que la gente y sus comunidades «están sufriendo mucho», con dolor y angustia ante los «actos de violencia y destructivos».
«Con más fuerza, seguimos orando por nuestra gente, nuestra tierra, nuestra sangre e invocamos a san José, patrono de la diócesis, su protección para todos y que, en estos días de Cuaresma, se viva la conversión al bien», imploró la diócesis de Temuco. Este último episodio violento se suma a los incendios que ocurrieron el 20 de febrero y el 4 de marzo pasado, el segundo de ellos perpetrado contra la capilla de Nuestra Señora de los Rayos, en California, región de La Araucanía, donde los 8 encapuchados mapuches dejaron panfletos y un lienzo con el que reivindicaron la autoría y amenazaron con más acciones violentas.
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