Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas

CON VUESTRA PERSEVERANCIA SALVARÉIS VUESTRAS ALMAS.

Por Mario Ortega.

Lc 21, 12-19. Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas. Miércoles sem 34 del TO

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

-Os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a los tribunales y a la cárcel, y os harán comparecer ante reyes y gobernadores por causa de mi nombre: así tendréis ocasión de dar testimonio.

Haced propósito de no preparar vuestra defensa: porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro.

Y hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos os traicionarán, y matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán por causa de mi nombre.

Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá: con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas.

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Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas

1. Jesús advierte a sus discípulos de la dureza de los trabajos por el Evangelio: Os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a los tribunales y a la cárcel, y os harán comparecer ante reyes y gobernadores por causa de mi nombre: así tendréis ocasión de dar testimonio. No es la primera vez que habla explícitamente de persecución a los cristianos. Lo hizo solemnemente también en las bienaventuranzas diciendo que en dicha persecución el discípulo había de alegrarse por tener su nombre inscrito en el Cielo.
2. Hoy añade que esa persecución, que se puede dar de muchas maneras, pero que siempre sucede cuando uno es fiel al Evangelio, es una oportunidad para dar testimonio. Y es que el Reino de Dios crece sólo a través del testimonio: palabras sí, pero acompañadas por las obras que las confirman. Las palabras convencen, pero el ejemplo, arrastra. Por eso la persecución por causa de la justicia, por causa de Cristo, por fidelidad a la conciencia y al compromiso cristianos, es signo de autenticidad. Ojo, hay que ser signo del Evangelio, pero no es que haya que ir buscando la persecución, con tintes de victimismo, como signo.
3. Siguiendo literalmente las palabras de Jesús cuando nos habla de persecución, ésta hay que vivirla con alegría y con perseverancia. Con alegría nos lo dice en la última de las bienaventuranzas; con perseverancia nos lo dicen los versículos de hoy: Con vuestra perseverancia, salvaréis vuestras almas.